Reserva (borrador)
Tu querías cambiar el mundo con una botella llena de gasolina de carro y una mecha hecha con un pedazo de franela rota, en aquella protesta en nombre del aumento del pasaje estudiantil. Tú y otros, cerraban la calle y detenían autobuses al frente del liceo, para romperles las ventanas. Una vez quemaron uno, hasta que solo quedó un cadáver de metal y ceniza. Yo me escondía en los baños que quedaban sobre el Taller de Dibujo Técnico, con los otros tontos que sin saber se habían quedado atrapados dentro, en pleno disturbio. Yo me quitaba la chemise beige y la mojaba en el lavamanos para ponermela en la cara y evitar que las bombas lacrimógenas me desmayaran por la asfixia. Yo no quería cambiar el mundo, porque lo presentía inalterable y cruel.
Te conocí porque a finales de los ochenta yo creía que poder entender las cosas más rápido y mejor que otros, era algo que se debía compartir y usar para ayudar. Sí, yo tambien era idealista a mi manera. Naive, como decían los intensitos que estudiaban Dibujo Tecnico conmigo, agregando que los brutos en primer lugar no merecían estar alli. Pendejo, como decías tu, agregando que perdía mi tiempo. En la Escuela Tecnica Industrial tambien se enseñaba filosofía, pero no en las aulas. Me conociste porque ser punk era tan o más popular que organizar protestas por el pasaje, y a esa edad todo el mundo anda buscándose a sí mismo en los demás.
Tu decías que nunca te ibas a ir de Los Teques. Que no tenías planes de irte de casa de tus padres aunque te casaras. Yo veía a los Teques como un accidente. Un gran dormitorio. Una ciudad donde no había nada que hacer porque apenas la gente se despertaba, se iba a Caracas a trabajar, pasear o comprar. Yo no quería quedarme allí. Ibamos a los matinees del Ciclo Diversificado. Tu delirabas por las chicas rumberas de Administración y Ciencias. Yo me derretía por tus amigos de Electricidad, los cerveceros que practicaban atletismo y pesas en el gimnasio cubierto al lado del liceo. Tu bailabas con tus brazos rodeando estrechas cinturas al ritmo de las Chicas del Can, Leo Díaz y Roberto Antonio. Yo soñaba despierto y retraido cuando escuchaba las letras ambiguas y oscuras de Depeche Mode, The Cure y Miguel Bosé, imaginando esa cintura sin curvas, recta, con los mismos brazos fornidos alrededor de ella. La mía, con mis brazos en tus hombros.
Yo terminé el liceo y despues de la universidad, olvidé el dibujo técnico y adopté como oficio programar computadoras. A ti te expulsaron del liceo por tirar magnesio envuelto en papel periódico en los sanitarios, y supe por amigos comunes que tu papá se había muerto. Tuviste que trabajar poco antes que yo. Tu te volviste el chofer de un autobus como aquel que te convirtió en una leyenda, en cada llama y en cada mota de ceniza. Te volviste el tipo que revisa si el carnet estudiantil está vencido y va al paro de la hora cero, para que suban el pasaje. Yo me volví el hombre que soñaba tener a mi lado. Tu te volviste el hombre que odiabas y que no querías ser. Ni tu ni yo pudimos escapar de nuestros impulsos. O eso supongo. Probablemente estoy equivocado y eres feliz asi. Tan equivocado como pudieras estar tu, si supieras mi condición y especularas acerca de si soy feliz o no, así. Aun ninguno de los dos se ha muerto, como para sacar conclusiones definitivas.
Hoy te encuentro y comparando las caras, el tiempo ha hecho mas estragos en mi. Yo raras veces uso camionetas para subir desde Caracas a Los Teques. Tu trabajas como chofer en un autobús de esa línea. Y cuando el mundo gira vertiginosamente alrededor de casas humildes y el autobus acelera en una curva, en los barrios que atraviesa la carretera panamericana a la altura de Coche, recuerdo la vez que me dijiste que iba a parar en marico por vestirme punketo. Hace tiempo que no me visto asi. Ningún tipo de ropa te vuelve homosexual. Como te vistas o termines vistiéndote es solo una elección, como la de aceptar u reprimir tu sexualidad. Tu me miras sonriendo, supongo que por el encuentro. Yo estoy convencido de que no sabes en que estoy pensando. "Mira ¿Y te sigues vistiendo como un matagatos?". Nos reimos. "No" - digo con nostalgia. Tu te casaste, tienes dos niñas y te quedaste en los Teques. Yo me mudé a Caracas, acepte mi homosexualidad y vivo con el amor de mi vida desde hace casi cuatro años. "Yo aun no me he casado" - miento. Tengo los pantalones tan bien puestos como para confesarte la verdad, pero no lo haré. No quiero ver como tu sonrisa sincera se vuelve de plástico, como la de las cajeras del McDonalds. Tu te has vuelto evangelico y predicas la palabra de Dios. Un Dios que no acepta maricos ni vándalos que queman autobuses en su seno. Yo lo negué, para luego recibir la bendición de convencerme que para él, todos somos sus hijos y no existe ninguna ley o persona que nos quite eso, el don de comunicarnos con él sin intermediarios ni afiliaciones. "Te regalo la Atalaya si me prometes que la vas a leer". "Si" - miento, de nuevo. Creo que tengo las bolas tan bien puestas como para confesártelo, pero no lo haré. La vida a veces nos regala el milagro de un reencuentro, aunque sea por unos minutos. El tiempo me enseño a practicar la reserva, aunque generalmente pasa por soberbia. El tiempo cambia profundamente a la gente. El tiempo nos ha vuelto hombres. Hombres hechos y derechos.
Para El Porfiao, con cariño.
t3cBe4r Cero [20/04/2005]
Mas lejos, mas temprano, mas viejo
Te conocí porque a finales de los ochenta yo creía que poder entender las cosas más rápido y mejor que otros, era algo que se debía compartir y usar para ayudar. Sí, yo tambien era idealista a mi manera. Naive, como decían los intensitos que estudiaban Dibujo Tecnico conmigo, agregando que los brutos en primer lugar no merecían estar alli. Pendejo, como decías tu, agregando que perdía mi tiempo. En la Escuela Tecnica Industrial tambien se enseñaba filosofía, pero no en las aulas. Me conociste porque ser punk era tan o más popular que organizar protestas por el pasaje, y a esa edad todo el mundo anda buscándose a sí mismo en los demás.
Tu decías que nunca te ibas a ir de Los Teques. Que no tenías planes de irte de casa de tus padres aunque te casaras. Yo veía a los Teques como un accidente. Un gran dormitorio. Una ciudad donde no había nada que hacer porque apenas la gente se despertaba, se iba a Caracas a trabajar, pasear o comprar. Yo no quería quedarme allí. Ibamos a los matinees del Ciclo Diversificado. Tu delirabas por las chicas rumberas de Administración y Ciencias. Yo me derretía por tus amigos de Electricidad, los cerveceros que practicaban atletismo y pesas en el gimnasio cubierto al lado del liceo. Tu bailabas con tus brazos rodeando estrechas cinturas al ritmo de las Chicas del Can, Leo Díaz y Roberto Antonio. Yo soñaba despierto y retraido cuando escuchaba las letras ambiguas y oscuras de Depeche Mode, The Cure y Miguel Bosé, imaginando esa cintura sin curvas, recta, con los mismos brazos fornidos alrededor de ella. La mía, con mis brazos en tus hombros.
Yo terminé el liceo y despues de la universidad, olvidé el dibujo técnico y adopté como oficio programar computadoras. A ti te expulsaron del liceo por tirar magnesio envuelto en papel periódico en los sanitarios, y supe por amigos comunes que tu papá se había muerto. Tuviste que trabajar poco antes que yo. Tu te volviste el chofer de un autobus como aquel que te convirtió en una leyenda, en cada llama y en cada mota de ceniza. Te volviste el tipo que revisa si el carnet estudiantil está vencido y va al paro de la hora cero, para que suban el pasaje. Yo me volví el hombre que soñaba tener a mi lado. Tu te volviste el hombre que odiabas y que no querías ser. Ni tu ni yo pudimos escapar de nuestros impulsos. O eso supongo. Probablemente estoy equivocado y eres feliz asi. Tan equivocado como pudieras estar tu, si supieras mi condición y especularas acerca de si soy feliz o no, así. Aun ninguno de los dos se ha muerto, como para sacar conclusiones definitivas.
Hoy te encuentro y comparando las caras, el tiempo ha hecho mas estragos en mi. Yo raras veces uso camionetas para subir desde Caracas a Los Teques. Tu trabajas como chofer en un autobús de esa línea. Y cuando el mundo gira vertiginosamente alrededor de casas humildes y el autobus acelera en una curva, en los barrios que atraviesa la carretera panamericana a la altura de Coche, recuerdo la vez que me dijiste que iba a parar en marico por vestirme punketo. Hace tiempo que no me visto asi. Ningún tipo de ropa te vuelve homosexual. Como te vistas o termines vistiéndote es solo una elección, como la de aceptar u reprimir tu sexualidad. Tu me miras sonriendo, supongo que por el encuentro. Yo estoy convencido de que no sabes en que estoy pensando. "Mira ¿Y te sigues vistiendo como un matagatos?". Nos reimos. "No" - digo con nostalgia. Tu te casaste, tienes dos niñas y te quedaste en los Teques. Yo me mudé a Caracas, acepte mi homosexualidad y vivo con el amor de mi vida desde hace casi cuatro años. "Yo aun no me he casado" - miento. Tengo los pantalones tan bien puestos como para confesarte la verdad, pero no lo haré. No quiero ver como tu sonrisa sincera se vuelve de plástico, como la de las cajeras del McDonalds. Tu te has vuelto evangelico y predicas la palabra de Dios. Un Dios que no acepta maricos ni vándalos que queman autobuses en su seno. Yo lo negué, para luego recibir la bendición de convencerme que para él, todos somos sus hijos y no existe ninguna ley o persona que nos quite eso, el don de comunicarnos con él sin intermediarios ni afiliaciones. "Te regalo la Atalaya si me prometes que la vas a leer". "Si" - miento, de nuevo. Creo que tengo las bolas tan bien puestas como para confesártelo, pero no lo haré. La vida a veces nos regala el milagro de un reencuentro, aunque sea por unos minutos. El tiempo me enseño a practicar la reserva, aunque generalmente pasa por soberbia. El tiempo cambia profundamente a la gente. El tiempo nos ha vuelto hombres. Hombres hechos y derechos.
Para El Porfiao, con cariño.
t3cBe4r Cero [20/04/2005]
Mas lejos, mas temprano, mas viejo
8 opiniones:
Me gustan mucho tus relatos, Tecbear. Siempre te visito para disfrutarlos, pero nunca te hago comentarios. Ya era hora. Sólo pasaba para dejarte unas flores en el balcón y, como Zero/crash, seguir husmeando en tu sensibilidad.
Un "abrazo plantígrado".
Hola! Leerte es como revivir antiguos momentos, TecBear! Me gustan mucho tus post!
Besitos,
Saludos desde L.A.
Adoro tu manera de escribir y relatar las cosas, me hace imaginar tanto... y especular sobre el futuro. Me divierto mucho leyendote.
saludos
Praise you!
Es en serio? Digo, cuesta creer la historia, hay un empalme sumamente armonioso entre las vueltas que da la vida, un bonito sentimiento y la prudencia. Una de las cosas que me encantan de los osos, simplemente por el hecho de ser creciditos(y lo digo en razón de la edad y no del tamaño)es que siempre tienen una buena historia que contar...
Again,
Praise you, my friend.
Un relato genial y valiente que desprende sinceridad, además de estar impecablemente escrito. Todo un placer leerte.
Vaya vaya.. muchas gracias por las flores. Es una nota ver los blogopanas de siempre por aqui, y lo(a)s nuevo(a)s tambien. Un abrazote de Oso para todos.
Todo está dicho, pero no de todas las infinitas maneras que hay para decirlo. Uno escribe para constatar la propia visión del mundo y para descubrirlo en el mero acto de ponerlo en papel... así sea un papel cibernético. Qué importa si uno lo hace "profesionalmente" o no. Si tiene que llegar el día de la "legitimación" en un libro, pues llegará y si no, no debería importar tanto, porque lo haces para tí, en principio... Me gusta esta historia que contaste porque ilustra algo que siempre me ha llamado la atención. Los puntos de contacto que establecemos con otros seres humanos, el como la vida nos separa sin darnos cuenta y luego constatar la pérdida de ese punto de convergencia.
Es el relato de los caminos de la vida, dos personas amigas que cambiaron de rumbo, uno decidio su vida al otro la vida se le cambio, se encuentran luego con vidas tan distintas que en un momento tuvieron puntos en común al pasar el tiempo se nota la diferencia entre estas dos personas.
Cada quien determina su vida , es como dijo John Lennon "La Vida es lo que sucede, mientras tu estas haciendo otros planes"...!
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