El Asaltante (Borrador)
Tenía días soñando que su vida era un sueño y el sueño, un sueño dentro de otro sueño, y de repente una mañana se le ocurrió la idea de tratar de adivinar la razón de las miserias de todas las personas que se le cruzaban en su camino [+] Fascinado con la posibilidad de que al menos una parte de sus especulaciones fueran ciertas, a los pocos días empezó a detener a la gente y decirle lo que estaba pensando sobre ellos [+] En el metro le dijo a una señora que perdonara y visitara a aquella hija a la que le había quitado el habla y había expulsado de su casa por quedar embarazada, sin haberse casado. La mujer, al principio atónita, rompió a llorar en el anden, mientras él se alejaba sin quitarle la vista, en un tren. [+] De camino al trabajo le dijo a un hombre que posaba como un galán, mientras esperaba el autobús en una parada, que debía dejar de tener aventuras porque su mujer ya lo sabía y lo seguía. Estaba armada y había jurado que cuando lo descubriera le iba a disparar directamente en sus genitales [+] Días mas tarde, después de perder la cuenta de la gente a la que habia abordado, se tropezó con un recogelatas hombre de aspecto sucio que estaba recogiendo desperdicios y latas de aluminio en las calles. Cuando preparaba en su mente lo que iba a decirle, sintió que no podía moverse abrir la boca. Su visión comenzó a oscurecerse y sintió que se desmayaba. Se recostó sobre una pared de la calle, bajó unos neones, para recuperarse, mientras salian lagrimas de sus ojos [+] Se obsesionó. Cazaba a todo incauto que pudiera oirlo por unos minutos en la calle. No podía pasar un día sin que abordara a alguien. De ida y vuelta al trabajo. Los fines de semanas. A la hora del almuerzo. Como una droga [+] Hoy, mientras estaba sentado en un parque, mirando los arboles y los pájaros volar sobre la ciudad, se sentó junto a mi, con el rostro iluminado por la locura. Titubeó un poco antes de comenzar con su revelación, y la expresión en su rostro cambió, cuando me reconoció. Cuando abrió la boca le dije: calla y escuchame. Esto nunca debió pasar. Nunca debiste salir de mis sueños y ciertamente morirás, cuando te des cuenta que solamente eres fruto de mi imaginación. Una ilusión. Un pensamiento vago y lejano. Si de algo te sirve, no existe manera de comprobar si lo que pasó, en realidad pasó o no, asi que por el tiempo que te quede, puedes seguir creyendo que todo es verdad, si asi lo quieres. [+] Bajó su mirada, transformada lentamente por la tristeza mientras me oía, y se levantó. Mientras el atardecer comenzaba a caer, se perdió callado y lúgubre, entre los ríos de gente que vuelve del trabajo, en la acera de alguna avenida ruidosa, de mi ciudad muerta.
[De la serie MiniRetroIntroFicción]
TecBear, Junio/2006
[De la serie MiniRetroIntroFicción]
TecBear, Junio/2006
4 opiniones:
+ Si, murio y no funciona y nisiquiera puedo borrarlo [el blog].
+ adoro tus cuentos y quisiera decirte algo coherente, como decirte por que me gustan o por que [segun yo] son tan geniales pero el insomnio no me deja.
hey gracias por la visita pero los gatos no son siniestros antes de hacer ceviche con tu cerebro te pedirían permiso.
Saludos!
Muy buena historia; sin duda alguna vivir en grandes ciudades te da mucho que contar.
Saludos
Demasiado arrecho
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