Oniriásis - Ultramarino

Ciudad de Fuego y Ceniza. Originally uploaded by tecbear0.

Estoy comprando un perfume. La chica que atiende me ofrece muestras en papel, pero huelen muy poco. Mientras va a buscar algo al fondo del local, yo me pongo a recorrerlo. En un mostrador, hay un hombre viejo, cortando pequeños afiches. "Ser honesto es el lujo más grande que alguna vez podrás darte". "La vida es un viaje, nunca te dejes a ti mismo en casa". Son propagandas, pero no de perfumes. En ellos aparecen unos aparatos como unos viewmasters. Unos binoculares incrustados en corales muertos con forma de ovni. ¿Que son estos? - le pregunto, fascinado. Son visores de vidas pasadas y de vidas futuras - me dice sin dejar de hacer su trabajo. Ahh.. si, claro - digo incrédulo, mientras reviso alrededor a ver si veo a la chica. El señor deja lo que está haciendo y viene hacía mi. Aún no están a la venta. Estos son solo para publicidad. Tenemos una lista, si quiere encargar uno - me dice. Miro perplejo de nuevo los afiches y uno de ellos tiene los ojos de alguien, con unos caracteres de matriz LCD diminutos, inscritos alrededor del iris. La chica ha regresado. ¿Por qué tienen todas las paredes cubiertas, incluso las de las vitrinas de la tienda? - le pregunto. Es por los perfumes. La luz los hace reaccionar y se vuelven tóxicos - me dice apuntando hacia unos cadáveres arrugados y momificados que están en una esquina. ¿Ah si? Que casualidad.. Leí algo así en yahoo news antes de acostarme - le digo desconcertado. Tomo uno de los frascos de perfume que ha traído y lo acerco a mi nariz mientras comento algo sobre su aroma para cambiar el tema. Para que no se dé cuenta. Si, para que no se dé cuenta que yo me he dado cuenta que estoy soñando. Ella me mira sonriendo irónicamente, como diciendome "como si no lo supiera".

Me decido por uno que tiene unos huevos vivos y dorados de bagre dentro. Huele dulce, como a gelatina de frutas. Se llama Mimutis. Ni idea que significa. Parece un juego de palabras. París, Caracas, New York dice la botella. Si.. claro, seguro. Ya veo a todo el mundo en esas ciudades poniéndose un perfume cuyo frasco tiene huevos de bagre. Al salir de la tienda, miro alrededor y estoy en un lugar rodeado por dunas, parecido a los Médanos de Coro. El sol radiante contrasta con el azul intenso del cielo. Me siento eufórico. Pienso. Parece un día de playa. Camino adentrándome en ellos, subiendo a la cima de cada uno y luego me dejo caer rodando. Cierro los ojos y me tapo la nariz para que no se me llenen de arena. Despues de un rato he encontrado a un hombre cuyos brazos terminan en tenazas como de cangrejo y su cara es la de alguien a quien conocí hace tiempo pero no recuerdo donde, ni que relación tenia con él. Se acerca a mi, haciendo ruidos amenazantes con sus tenazas y sonriendo siniestramente. ¿No vas a salir corriendo? - me pregunta. No. Sé que estoy soñando - le digo. Debería darte vergüenza ser tan irresponsable. Están esperando por el antídoto en el fuego - me dice. ¿En donde? - le pregunto, mientras su cuerpo y su cara se van llenando de cerdas como las de una tarántula. Siento terror y salgo corriendo. He dejado atrás las dunas y estoy en una planicie cuyo piso es verde, como el jade. A lo lejos se ve una ciudad en llamas, con muchas columnas de humo desdibujándose. He olvidado que estoy soñando.

Camino hacia la ciudad porque necesito buscar algo, sin mayor explicación. Como si ya estuviera predestinado a hacerlo. Como una película. Hay piras gigantes hechas con juguetes, discos y libros, ardiendo violentamente, con gente riendo a carcajadas y bailando alrededor. Los edificios están desiertos y sus luces están apagadas. He reconocido cosas que perdí durante una mudanza hace tiempo, en una hoguera. Tambien he reconocido entre las llamas, a gente a la que dejé de ver hace mucho tiempo, ardiendo y derritiéndose como si fueran maniquíes de plástico. El tipo de las tenazas de cangrejo está alli, retorciéndose entre el fuego. Al aproximarme, tres personas me han detenido. No puedes estar aqui - me dice el más alto. Están vestidos de negro, no tienen cara y parecieran tener mas de dos brazos cada uno. ¡Dejenme pasar! ¡Están matando mis recuerdos! - les digo, mientras por mi cara corren lágrimas de impotencia. Los sujetos, cuyas figuras se parecen mucho a mi, tratan de someterme y cuando logro zafarme, busco entre los bolsillos de mi ropa el perfume. Lo saco y extiendo mi brazo apuntándolos. Si no detienen el fuego, la detonaré inmediatamente - les digo. ¿Qué cosa? ¿Un perfume? - dicen mientras se miran entre si, riendo. Miro a las hogueras, llorando desconsolado. Se me ha cruzado por la cabeza que lo que no puedo reconocer en ellas, son las personas y cosas que que ya olvidé y ahora se me hacen ajenas. Los hombres de negro han desaparecido, y las personas que están bailando alrededor de la hoguera se están suicidando, uno por uno, mientras celebran, trepando entre el fuego carcinante. Esto no puede estar pasando. El fuego ha alcanzado los edificios y ahora todo arde. Pienso. He recordado que estoy soñando. Miro mi mano y en ella, la botella de perfume tiene una arandela como la de una granada. La halo, viendo a la ciudad quemarse. Una luz cegadora hace que todo se vuelva blanco y luego lentamente negro.

He aparecido en mi casa. Estoy en el baño. Después de bañarme, a medio vestir, mirándome al espejo, alistándome para salir. Observo el perfume con sus huevos de bagre por dentro. Algo implosiona dentro y los huevos han quedado revueltos con pedazos de los embriones mezclados con cenizas, burbujas y sangre. La botella ha quedado intacta. Su contenido es horrible. Es extraño. Ya no me acuerdo que contenía la botella. Al salir del baño, hay tres estrellas de mar azules, de pie, aproximadamente de mi altura, cuyos brazos son como lombrices y con una boca circular en sus centros, llena de dientes filosos. ¿Crees que puedes venir aqui a hacer lo que te da la gana, verdad? ¡Estás muy equivocado! - gritan. Pido ayuda gritando, mientras se abalanzan sobre mi y me atacan tratando de devorarme. El piso y las paredes desaparecen y caemos los cuatro al vacío.

Me despierto y me siento en la orilla de la cama. Miro a mi alrededor. Él duerme profundamente. Me duele la parte baja de la espalda y una pierna. Es un dolor punzante, como si hubiera tenido un calambre mientras dormía. Me levanto para bañarme. En mi computadora, un timbre dice que tengo nuevo e-mail. Aún en el navegador está abierto Flickr. Estuve viendo fotos submarinas ayer en la noche, mientras chateaba y escuchaba música.

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TecBear [21-Marzo-2006]